Somos Región solicita a la Administración la restauración, acondicionamiento y apertura del yacimiento arqueológico del Cabezo de la Cobertera

Está situado entre los términos municipales de Abarán y Blanca

El Cabezo de la Cobertera, situado entre Abarán y Blanca, guarda un importante yacimiento arqueológico, único en España. Se trata de un antiguo granero fortificado islámico, conocido como Al-Darrax.

Los restos encontrados datan de los siglos XII y XIII, con reocupación en el siglo XV.

El área arqueológica está formada por más de treinta estructuras adosadas, cuyos alzados se conservan muy arrasados. En total, el yacimiento tiene una extensión de 710 m2.

Según el investigador Jesús Joaquín López Moreno, este granero fortificado o "agadir" perteneció a la alquería andalusí de al-Darrax, emplazada en la zona norte del Valle de Ricote. La alquería surgió para poner en producción agrícola un soto del Río Segura, cuya huerta era irrigada con una noria fluvial en el periodo morisco. Como su topónimo indica, la alquería debió ser fundada por los Banu Darrax, fracción tribal de los beréberes Sinhaya.

Las excavaciones arqueológicas se realizaron entre los años 1988 y 1990, por un grupo de investigación franco-belga, revelando la existencia de este granero colectivo fortificado de tradición bereber de finales del periodo almohade.

En las excavaciones se encontraron más de 2000 fragmentos cerámicos, como señala la Tesis Doctoral de Arnald Puy para la Universidad Autónoma de Barcelona "Criterios de construcción de las huertas andalusíes. El caso de Ricote (Murcia, España)." Se recogieron muchos fragmentos de alcadafes, tinajas, cántaros y jarritas, vajilla de mesa y cerámica de cocción. Además, indica la aparición en la ladera sureste del Cabezo de una necrópolis islámica.

A estos hallazgos hay que añadir la aparición de monedas de gran valor, como un dinar del Rey Baha'al-Dawla datado en el año 1248, o una moneda del Rey Juan II de Castilla, que se adjuntan a la nota de prensa.

El yacimiento fue declarado hace 5 años Bien de Interés Cultural, con categoría de Monumento, por el Decreto número 194/2017, de 28 de junio, del Consejo de Gobierno de la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia.

Desgraciadamente, esa declaración como BIC no ha servido de nada. Esto conllevó que el 20 de julio de 2021 el yacimiento fuera incluido en "La Lista Roja del Patrimonio" de la asociación cultural española "Hispania Nostra", por su mal estado de conservación.

La propia página web de Hispania Nostra dice así: "Se encuentra en una situación de acusado deterioro a causa de llevar 30 años a la intemperie y estar sujeto a los actos vandálicos, no habiéndose realizado ninguna intervención de conservación desde que se excavó entre 1988 y 1990. La relajación administrativa ha permitido la pérdida de altura de las estructuras del yacimiento, pasando los alzados de 1 metro a escasos 20 centímetros de altura. De seguir en este lamentable estado de abandono, el fuerte viento, las lluvias torrenciales y la malicia mano del hombre acabarán por hacer desaparecer este Bien de Interés Cultural. A ello contribuye la endeblez de las estructuras, compuestas esencialmente por mamposterías de yeso y piedras y de tapiales de tierra."

Los últimos anuncios de la Administración Regional sobre el yacimiento, como la concesión a finales de 2021 de 40.000€ para un proyecto de sellado, limpieza y consolidación de los restos, son en nuestra opinión insuficientes, quedando muy lejos de lo que debería hacerse.

Constatada, pues, la importancia del yacimiento que tenemos en nuestra tierra, y el abandono que sufre, desde Somos Región se solicita:

1. La realización de nuevos estudios arqueológicos con las últimas tecnologías disponibles que permitan con mayor exactitud documentar todas las etapas de este granero vital para las vidas de nuestros antepasados.

2. La restauración de los restos para su conservación para el disfrute de las presentes y futuras generaciones.

3. El acondicionamiento de este BIC para futura visitas de turistas y curiosos de los municipios de alrededor que quieran conocer mejor el pasado del Valle de Ricote. Para ello, es necesario la colocación de señalizaciones que delimiten las diferentes estancias de la que se componía este curioso complejo, con carteles explicativos, y unido esto a visitas guiadas que se puedan ir realizando.

4. Recuperación del material hallado en las excavaciones y exposición en espacios de titularidad pública en Abarán y Blanca.